Nuestras imperfecciones son lo que nos hace seres únicos

"Nuestras imperfecciones son lo que nos hace seres únicos", le decía el Hacedor a Robie Willians en la película el "El hombre bicentenario" mientras trataba de transformar a un ser perfecto (un robot), nacido de las manos del hombre, en el más común de los mortales. Intentaba dotar de personalidad a un ser cuyas proporciones ya eran de por si perfectas, buscaba dotar de vida a quien realmente no la tenía. Hay veces que el cine nos regala frases que son difíciles de olvidar. Frases que son capaces de proporcionarnos una nueva perspectiva sobre la vida, hacernos ver las cosas de otra manera totalmente diferente y eso en la sociedad actual es todo un lujo que no conviene dejar escapar.

El culto al cuerpo es una práctica muy extendida actualmente, pero démonos cuenta para que vale. Es muy común ir alguna discoteca y ver a los rebañes de corderitos, todos iguales y hacia la misma dirección: la de los músculos y los postizos. Me aburre acudir a estos lugares y estar viendo en todo momento clones, (hay veces que me tengo que fijar mucho en la ropa para poder distinguirlos). Es triste que la sociedad haya convertido el materialismo y la superficialidad en una virtud, donde si no eres un borrego más las ovejas negras te excluyen del rebaño.

¿Por que tenemos que ser todos iguales? Que más da si se es bajo o alto, que más da ser chato o ñarigón, que más da tener granos. Todas estas llamadas imperfecciones no son más que características que nos convierten en seres únicos y especiales, que nos diferencian unos de otros para que podamos desarrollar nuestra personalidad y, con el paso del tiempo, poder adquirir nuestra propia autonomía personal. Creo que esa vieja idea de convertir la belleza en un canon de proporciones perfectas es un error, eso para lo único que vale es para crear muñecas y para que nos convirtamos en seres inseguros acomplejados por una sociedad que es lo que busca: si tienes pocos pechos: opérate, si tienes demasiada grasa: hazte una liposucción, en definitiva, sino eres feliz: compra la felicidad.

Desde este pequeño rincón os pido que os sintáis orgullosos de como sois y que disfrutéis de ello, que no hace falta ser perfecto para ser hermoso ya que lo realmente bello es que te valoren por como eres, no como serías con un bisturí.