A veces las cosas que se dicen desde el corazón son las más difícil de decir. Abrir al mundo ese pequeño órgano que nos da la vida es muy complicado. Miedos e inquietudes se nos plantean cuando lo que realmente queremos es decir la verdad al mundo, hablar sin pensar de forma pura, desde el sentimiento verdadero, valorando lo que realmente nos hace únicos; nuestro defectos.
Porque no todos somos iguales y eso es lo que hace que este mundo sea tan divertido, os imagináis un mundo donde todo el mundo fuera perfecto, que triste sería ver todos los días a las mismas personas, iguales que tu, con los mismo gustos y aficiones, siempre con la misma rutina y no tener a nadie que te haga poner en duda tu forma de pensar, nadie que, en definitiva, te haga evolucionar, ser una persona nueva cada día.
Lo que realmente nos hace perfectos son nuestras imperfecciones, por ello sólo desde el corazón se pueden ver realmente como son y valorar si nos merecen la pena. Si nos abrimos al mundo de corazón nos mostraremos realmente cómo somos, el mundo nos valorará por ello y, para bien o para mal, será más fácil encontrar amigos de verdad, de los que cuando los encuentras no los puedes dejar.
Si lees esto hazme un favor, pinta un cuadro sobre el mundo y decide donde vas a estar.
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2 comentarios:
k gran verdad, k bonito es crecer cada dia con lo que te enseña la gente que tienes al rededor, pintare un mundo, pero no puedo decirte donde estaré, porque me ire moviendo segun me lleven las mareas hacia lugares dispares donde seguire encontrando a gente maravillosa, asi k seguro que volveremos a coincidir.
bueno, ya lo lei el otro dia.. pero vuelvo para comentartelo.
seria triste un mundo de personas iguales, todas con la misma ambicion, preocupacion, y monotonas (y perfectas) cualidades y personalidades.. un mundo de automatas identicos entre si..
y tranquilo, que aunque me lo tendras que explicar, pintare un mundo (sabes que no en el photoshop, por el bien del espectador :P), sino con lapices duros y blandos, con trazos oscuros y claros, gruesos y casi invisibles... en definitiva, diferentes, como todos nosotros.
un beso, manu :)
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