Queridos bloggers, como todos los años por estas fechas mis horas de sueño empiezan a reducirse, y no por que me convierta en un golfo y la fiesta sea mi aliada, sino porque un año mas llega ese periodo en donde por fin los estudiantes trabajamos un poco y nos toca sentarnos a hincar los codos. Aunque esta vez puede que sea especial, ya que si todo sale bien, sera la última vez que me enfrente al papel en blanco. Por ello desde aquí hago un llamamiento para que la diosa fortuna rellene ese poquito que le falta a mi esfuerzo y trabajo para que el resultado final sea el mejor posible.
Desde hace una semana, el Red Bull y el fosforo se han convertido en mis aliados y, mis dos grandes vicios confesables, la televisión y algún que otro juego de ordenador, en mis enemigos mortales. Y es en este periodo donde ya no tenemos que asistir a clase, o salgo de casa para poder estudiar o me resulta muy dificil concentrarme ante tanto estímulo negativo.
¿Mis objetivos? Los de todos los años, no suspender ninguna asignatura para septiembre, y a poder ser sacar las mejores notas posibles, aunque he de confesar que no soy un hombre al que le interesen demasiado las marcas, porque creo, (en contra de la masa) que este periodo de mi vida esta para aprender cosas útiles que me valgan para el día de mañana, y no para memorizar cuatro conceptos que seguramente hurirán de mi a la primera fiesta post-examenes.
Quizás por este hecho (por fin se acaba el estudiar), últimamente he retomado la senda de mi primera vocación , la educación social, y he estado mas atento a las distintas formas que tienen los profesores de tratar a sus alumnos. Algunas de estas son positivas generando buenos docentes que han hallado la forma de transmitir a sus alumnos unos conceptos que les van a ayudar el día de mañana en su vida profesional, pero también hay algunas muy negativas, y ya no me refiero en el entorno del aula.
Por ejemplo esta mañana, me he acercado a consultar una duda sobre un conjunto de términos que pueden entrar, o no, en el examen de una asignatura. La profesora, todo y estar en su horario de tutoría, no solo se ha negado a contestarme mis dudas, sino que poco más, y con un tono bastante maleducado, me ha invitado a que abandone su despacho preguntándome si yo no sabia usar ya, los programas de edición. Esta señorita, a parte de no dejarme prácticamente hablar, no ha sido capaz de escucharme, ya que, como toda la clase, si que se usar el programa que nos pide, pero sus apuntes van mucho mas haya del vago conocimiento que nos ha aportado.
Sin duda alguna este es un ejemplo más de docente que ahora que termina una etapa quiero dejar atrás, y no volver a recordar, porque sin duda, los únicos que se merecen que cuando yo recuerde mis años dentro de un aula me venga a la cabeza cuanto de bueno saque de él, son esos profesores humildes, que les importaba tanto la trasmisión correcta de conocimientos, como el escuchar a sus alumnos. Al fin y al cabo eso es la educación.
lunes, 2 de junio de 2008
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1 comentario:
Dejame que te aplauda y que te diga k estoy contigo en todo. incluso en lo del insomio, jijiji. asi k bueno, un ultimo esfuerzo que esto se acaba!!!
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