La soledad rodeada de estrellas

VIVA EL ROSISMO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!



LA SOLEDAD RODEADA DE ESTRELLAS.

Maite estaba sentada desnuda en la cornisa de la ventana. La suave y calida brisa de esa agradable noche de agosto rozaba su piel. El cielo estaba iluminado por miles de estrellas, que parecían estar allí expresamente por ella. La luna, plena y radiante, la estaba mirando con cariño, la miraba con los ojos de una madre que trata de proteger a sus hijos.

Sin embrago, se sentía sola, dentro de toda aquella inmensidad. No entendía lo que acababa de pasar, su cabeza no hacia mas que preguntarle que qué había hecho.

Detrás de ella, en la cama, dormía Pedro, también desnudo. Esa noche Maite le había entregado a pedro su mayor regalo… su flor, su virginidad. Aunque para otras muchas chicas, Pedro, era el príncipe azul soñado, para Maite era tan solo un desconocido, alguien del que apenas conocía el nombre y su mirada. Alguien que había conseguido hipnotizarla en una noche y conseguir de ella lo que antes no había conseguido nadie.

Maite abro los ojos y cerro la ventana, se vistió en silencio y se fue a que la luna y las estrellas, la arroparan mientras paseaba por la playa y pensaba en lo que había hecho.