Como ya sabréis estos días está un amigo de Valencia visitándome por estas tierras salmantinas. Como buen valenciano que es, me trajo unas naranjas de mi tierra (para quien no lo sepa soy valenciano) y el simple olor de ellas me hizo trasladarme por unos segundos a cientos de kilómetros.
Y es que el olor a Valencia es el olor a naranja. El idilio que tenemos los valencianos por este manjar va mucho mas allá que el simple gusto por una fruta. Aunque la naranja no sea propiamente valenciana, nos sentimos identificados con esta fruto llegando incluso a defenderla como propia seña de identidad.
Desde aquí hago un llamamiento para que cambien la letra de el paso doble "El fallero" ya que las valencianas no solo tienen de las rosas el color, sino también de las naranjas el olor.
Un olor increíble
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