Un día como becaria

No quiero dejar terminar el día sin contaros mi primer día como becaria. Resulta que tras haber estado todo el verano trabajando en la Ford, todo el dinero del mundo te parece poco. Y es que... MENUDA PASTA QUE GANAN LOS JODIOS!!!

Tras tres meses sobreviviendo del dinero que me pagaron, decidí no ser un parásito social y ayudar un poquillo con todos los pagos que comporta la universidad, ya que la pasta que ganan estos tampoco se queda corta... Por eso, solicite una beca en la que no se currara demasiao y así poder terminar las cuatro asignaturas que me quedan. La beca por la que me decanté fue la de cuidar las salas de ordenadores.

En un principio parecía fácil pero... QUE MAL QUE LO HE PASAO!!! Me he dado cuenta de lo perjudicial que es que tu novio sea el encargado de acondicionarte el ordenador, la impresora y todo los programas que luego tu utilizas y que piensas que es algo que el ordenador lleva de serie. El simple hecho de cambiar un cartucho de tinta puede parecer complicado en un principio, pero bueno... te lo explican, lo haces una vez y ya esta. Lo que pasa es que estoy en el edificio de los que estudian diseño y arquitectura que utilizan unas pedazo de impresoras que no había visto en mi vida. Son enormes y llevan unos rollos de papel más grandes que yo (y ya es difícil) Bueno pues a la primera de cambio me ha tocao cambiar un rollo de esos... que SHOW...jejeje. Los chicos que estaban allí se partían y yo más... Total, que como los pobres tengan que dejar sus pedazo de trabajos en mis manos, a más de uno lo suspenden fijo... Por lo menos la primera semana de mi estancia como becaria...

Otra de las cosas a las que no sé si llegaré a acostumbrarme es a que me pidan permiso para tocar las cosas, a pedirles el dinero que les cuesta cada impresión, ya que como la mayoría de estudiantes van más bien pelaos de pasta e intentan escaquearse, y a regañar a aquellos compañeros que tienen, seguro, más años que yo (solo si hacen algo mal, claro).

Supongo que Manu estará flipando con lo que acabo de decir... sobre todo sabiendo la mala leche que tengo cuando me lo propongo y lo echá pa lante que soy... pero es cierto, lo juro.
Por cierto, me alegro un montón de que hayas encontrado tu vocación, yo creo que esta tampoco es la mia...jejeje. Ya la encontraré, supongo.